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Relatoría del encuentro con el Embajador de España en Costa de Marfil

3 Jul 2017

El pasado 30 de mayo, el Embajador de España en Costa de Marfil, el Excmo. Sr. Luis Prados Covarrubias fue invitado por el Centro de Estudios Internacionales de Barcelona en el marco del “Programa de Encuentros con Embajadores de España”. A la cita acudieron importantes personalidades del mundo empresarial, universitario, económico y de las relaciones internacionales. 

El pasado 30 de mayo, el Embajador de España en Costa de Marfil, el Excmo. Sr. Luis Prados Covarrubias fue invitado por el Centro de Estudios Internacionales de Barcelona en el marco del “Programa de Encuentros con Embajadores de España”. A la cita acudieron importantes personalidades del mundo empresarial, universitario, económico y de las relaciones internacionales.

Al inicio de su intervención el embajador realizó un pormenorizado análisis de la historia reciente y la actualidad de Costa de Marfil. Tras la independencia de Francia en 1960, el presidente Félix Houphouët-Boigny gobernó el país durante 30 años, siendo éste un periodo de estabilidad política y económica. El crecimiento económico se basó en la agricultura, siendo Costa de Marfil el primer productor mundial de Cacao. Sin embargo, a pesar de disponer de recursos minerales importantes como el oro o el manganeso, el país prefirió evitar su extracción tras los conflictos que se habían producido en el continente africano que tenían como raíz su explotación. 

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En la década de los 80, con la caída de los precios de los productos básicos que se dio a nivel internacional, se produjeron tensiones económicas y políticas. A ello, se sumó la muerte en 1993 del presidente Houphouët-Boigny sin tener un heredero claro para tomar el relevo del poder. Fue Henry Konan Bédié, líder del PDCI (Parti Démocratique de Côte d’Ivoire), quien gobernó hasta 1999. Ese año, el General Robert Gueï dio un golpe de Estado y se inició una década de inestabilidad y violencia recurrente, con una división del país en dos zonas (en el norte los rebeldes, y en el sur las fuerzas del gobierno). Bajo la presidencia de Laurent Gbagbo, iniciada en 2000, él y el Jefe del Grupo Rebelde “Forces Nouvelles”, Guillaume Soro, se alcanzó un pacto para la convocatoria de elecciones presidenciales en 2010. La no aceptación de los resultados electorales por parte del candidato perdedor Laurent Gbagbo, frente a Alassane Ouattara, provocó el estallido de una guerra en 2011 que causó 3.000 víctimas terminó con la detención de Gbagbo para ser enjuiciado por crímenes contra la humanidad por la Corte Penal Internacional.

En la actualidad, el presidente Ouattara ha conseguido recuperar que la estabilidad y la normalidad regresen al país. Las relaciones políticas de España con costa de Marfil “siempre han sido buenas aunque no muy profundas” en palabras del Sr. Prados Covarrubias. A finales de los 90 y principios del 2000, empresas como Dragados o Elecnor realizaron inversiones desarrollando centros de oftalmología, cardiología, laboratorios, electrificación de zonas rurales, etc., pero muchos de ellas se vieron afectados por el conflicto armado. Con el retorno a la estabilidad, las empresas españolas han regresado y la Oficina Económica y Comercial española que cerró en 2005 fue reabierta en Abidjan en 2014. 

Un punto clave a destacar de la relación España-Costa de Marfil es el acuerdo en vías de negociación para la condonación de deuda. La principal diferencia persistente está en los plazos de tiempo, mientras España quiere que la quita se desarrolle progresivamente a lo largo de 17 años, Costa de Marfil querría que ésta se hiciera efectiva en 2020. El acuerdo establece una cancelación de 100 millones de euros en el que España perdonaría 60 millones de euros y Costa de Marfil crearía un fondo estructural de 40 millones de euros para financiar proyectos de desarrollo, especialmente en sectores estratégicos como el agua o la energía (uno de sus objetivos es triplicar su capacidad energética). Este acuerdo ha tenido beneficios más allá, pues ha permitido que Costa de Marfil pueda acceder a la financiación del Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM). Hoy hay 5 proyectos financiados por este fondo con un presupuesto de alrededor de 90 millones de euros, del que destaca el proyecto de la empresa española TSK para la construcción de una planta eléctrica.

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Uno de los retos más importantes que presenta el país es que el 46% de la población vive bajo el umbral de la pobreza. La comunidad internacional y más particularmente el Banco Mundial han presionado para que se desarrollen programas de corte social. Para el periodo 2016-2020 se ha puesto en marcha el Plan Nacional de Desarrollo con 44.000 millones de euros.

Durante la ronda de preguntas suscitó interés la posibilidad de realizar colaboraciones entre las universidades de los dos países. En este aspecto el Sr. Prados Covarrubias, habiendo sido Director del Gabinete del Instituto Cervantes en Madrid, remarcó el gran potencial del español en Costa de Marfil. Hay más de 340.000 estudiantes de español, 1000 profesores de español en la enseñanza pública y 2800 estudiantes universitarios de español, lo que le convierte en el octavo país del mundo en cuanto a número de estudiantes de español como lengua extranjera.

Concluyendo, el embajador también señaló que la situación actual ha mejorado notablemente pero aun no es del todo estable. La reconciliación nacional entre norte y sur no es nítida. Los partidarios de Gbagbo consideran que la justicia no ha sido aplicada por igual en los dos bandos. A esto se suman los motines de los militares que reclaman pagos de 18.000 euros por su participación en el conflicto, y a pesar de todo ello en palabras del embajador “en lo que sí hay consenso es que ninguno de los dos bandos quiere una nueva guerra”.

 

Relatoría elaborada por Juan Torres

Alumno de la Preparación de la Oposición a la Carrera Diplomática

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