El pasado martes 14 de julio tuvo lugar el Aula Internacional del CEI con el Embajador de España en Polonia, el Excmo. Sr. Francisco Javier Sanabria Valderrama. La sesión se organizó en colaboración con el Cercle d’Economia.
El Embajador empezó analizando la situación política en Polonia. Tras las recientes elecciones presidenciales de este 12 de julio, termina un ciclo electoral que empezó en otoño del 2018 con las elecciones regionales y locales, seguidas en mayo de 2019 por las europeas y las legislativas de octubre del 2019. Un ciclo que no se reanudará hasta dentro de 3 años y que ha dejado como claro vencedor al partido Ley y Justicia (PiS), si bien es cierto que las grandes ciudades, el Senado y la mayoría de regiones se encuentran bajo el control de Plataforma Cívica, principal partido de la oposición.
En este contexto, el Embajador enfatizó la importancia de las elecciones presidenciales. El presidente es una pieza fundamental en el marco institucional polaco. No solo ostenta la jefatura del Estado y, en tanto que tal, la más alta representación del mismo en el exterior, sino que también tiene otorgada iniciativa legislativa, sanciona las leyes, tiene poder de veto que debe ser superado por una mayoría cualificada de la Cámara Baja y puede someter al Tribunal Constitucional aquellos proyectos de ley que estime contrarios a la Constitución. Esta importancia, junto a la polarización política reinante, se tradujo en una fuerte movilización del electorado y en una participación históricamente alta de un 68,18% que dio una ajustada victoria al actual presidente Andrzej Duda.
Estas elecciones han reproducido el mapa político que se ha venido repitiendo durante los últimos años. El PiS tiene preeminencia en el este del país y en las pequeñas poblaciones, mientras que la oposición gana en el oeste y en las grandes ciudades. La división política no se refleja en la vida social. Polonia no padece violencia política crónica. Las divergencias se centran en la orientación que debe darse al futuro de Polonia: mientras el PiS defiende una política de corte conservadora tendente a la preservación de los valores, tradiciones y homogeneidad nacionales, Plataforma Cívica opta por una visión liberal de la sociedad próxima a Bruselas y Berlín. No hay discrepancias sobre los hechos históricos fundamentales de la Segunda Guerra Mundial y el régimen comunista ni básicamente tampoco sobre la necesidad de una relación estrecha con EE.UU y una Alianza Atlántica fuerte.
En el plano social, el Embajador destacó que la polaca es una sociedad muy dinámica. La gente tiene trabajo (el paro es friccional, de un 6%), planes de vida, iniciativas de emprendimiento y afán de superación. Las encuestas muestran invariablemente que los polacos encaran el futuro con confianza. Esto puede responder a la historia reciente del país, que ha llevado a las nuevas generaciones a querer rendir tributo a sus mayores que padecieron la guerra y el comunismo trabajando por un país mejor. Sin embargo, existe un también un importante debate cultural que, aunque divide a la sociedad, también puede enriquecerla, entiende el Embajador, si se consigue una síntesis que sea buena para el conjunto. Una de las políticas del Gobierno que ha provocado mayor fricción ha sido la reforma de la justicia. La reforma está siendo analizada por las distintas instituciones europeas y, de acuerdo con el Excmo. Sr. Sanabria, solo se reconducirá a través de las resoluciones que dicte el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Al igual que en otros países europeos, el coronavirus también ha afectado a en Polonia. Con un primer diagnosticado el día 4 de marzo y la primera víctima contabilizada el día 12, a mediados de julio los diagnosticados ascienden a 38.000 y los fallecidos a 1.600. Para hacer frente a esta situación el gobierno tomó medidas muy drásticas al principio que se fueron progresivamente atenuado hasta llegar a ser menores que las actuales en España. La crisis sanitaria no se ha superado.
La economía, sobre la base de un fuerte sector agrícola e industrial, ha experimentado un crecimiento ininterrumpido durante los últimos 30 años, lo que permite hablar de un “milagro polaco”. No obstante, al igual que las demás economías europeas, Polonia experimentará una recesión este 2020 por causa de la pandemia. Recesión de la que se espera que se recupere en forma de V en 2021.
En cifras, Polonia recibió una inversión extranjera de 11.818M€ en 2018, creciendo un 45% con respecto 2017. Ello ha sido posible, en parte, gracias a la creación de las denominadas zonas económicas especiales, que se caracterizan por un régimen fiscal privilegiado que, desde el presente año, abarcarán prácticamente la totalidad del territorio nacional polaco.
En materia de obras públicas Polonia se encuentran en un período de expansión y desarrollo de su infraestructura viaria y ferroviaria. Son de destacar el proyecto del Gran Aeropuerto Central; un canal en el estuario del Odra que desemboca en la ciudad de Szczecin; y un gaseoducto para traer gas noruego a través de Dinamarca y del Báltico. En términos energéticos Polonia está apostando decididamente por la energía eólica offshore. Apuntan también hacia la energía nuclear a fin de avanzar en la descarbonización de su economía. Finalmente, es de destacar la rápida digitalización de la economía polaca. Esta se encuentra muy avanzada en las ciudades y ha dado lugar a importantes empresas como Allegro, dedicada al comercio electrónico, con una facturación superior a Amazon en España.
Polonia es uno de los países cuyos ciudadanos son más europeístas (88%), incluso más que los españoles. En la UE, Polonia está especialmente interesada en el desarrollo del mercado común, en la política agraria común y en la política de cohesión. De hecho, es el principal receptor de fondos y lo seguirá siendo en el próximo marco financiero 2021-2027.
Sin embargo, Polonia no entiende que se deba profundizar más en la unión política. Así, es adalid de la ampliación, especialmente en lo que se refiere a la integración de los Balcanes occidentales. La participación en la moneda común, el euro, no está en la agenda, ya que se entiende que la convergencia con la media UE es aún demasiado baja (un 72%). La cuestión se planteará cuando Polonia se aproxime a dicho promedio, lo que podría ocurrir en los próximos años.
El Excmo. Sr. Sanabria consideró que las relaciones entre España y Polonia son excelentes. Desde un punto de vista económico el comercio en ambas direcciones en 2019 fue de cerca de 12.000M€, 1M€ de polacos han visitado España cada uno de los los últimos tres años y España es el quinto inversor en el país en términos de stock acumulado con una importante presencia del Banco Santander, CAF, Ferrovial o Acciona. Son más de 500 las empresas españolas instaladas en territorio polaco. El Embajador destacó a su vez, los esfuerzos legislativos llevados a cabo por el gobierno para facilitar el establecimiento de nuevas empresas y procurar mejorar el entorno de los negocios.
En el plano cultural, hay más de 60 institutos que ofrecen enseñanza en español, dos institutos Cervantes (en Varsovia y Cracovia) y una notable demanda y simpatía hacia la lengua y culturas españolas. Todo ello hace que Polonia sea un país propicio para los españoles también para los negocios.
En cuanto a las relaciones políticas, estas fueron consideradas por el Embajador como fluidas, pero susceptibles de mayor intensidad. En los últimos dos años se han llevado a cabo cuatro reuniones bilaterales entre ministros de exteriores. Se espera que los foros parlamentarios y las cumbres de gobierno se retomen en 2021. Estas últimas se han venido realizando prácticamente de forma anual desde 2003 pero quedaron aparcadas en 2017 a causa de la interinidad política en España.
Por último, el Embajador Sanabria concluyó que Polonia ve en España a un socio de interés, que muestra respeto por lo que España representa, por su historia y por su proyección en el mundo. El Embajador señaló que en Polonia se guarda un buen recuerdo de la “luna de miel” en las relaciones con España vivida en los años previos a la adhesión de Polonia a la Unión Europea, en 2004, lo que sirve de acicate para desarrollar más si cabe la presente relación bilateral.
Relatoría elaborada por Hipòlit Gabaldà
Alumno de la Preparación de la Oposición a la Carrera Diplomática